
Hola amig@s,
Hoy os voy a hablar de uno de los problemas más frecuentes que nos podemos encontrar en los pies, las famosas metatarsalgias, y lo primero que quiero que sepáis es que metatarsalgia como tal no es un diagnóstico, sino que es un síntoma, que no os engañen.
Si vamos a la etimología de la palabra, sería por un lado metatarso– metatarso y por otro algia– dolor, dolor en el metatarso o zona metatarsal.
Si vamos a la etiología, a la causa del dolor, hay múltiples factores por los cuales nos puede doler y hoy os voy a citar y describir brevemente los más importantes.
Callosidades, o también conocidos como callos o durezas, (técnicamente hiperqueratosis y helomas) que son un engrosamiento de la capa córnea de la piel producidos por roce, fricción cizallamiento… esto nos puede provocar el aumento de presiones en alguna parte concreta del pie.
Transferencia de cargas, debido a cambios estructurales en el pie o defectos biomecánicos, las cargas del centro de presiones se desvían o transfieren a otras zonas, que no están preparadas para soportarlas; por ejemplo un primer metatarsiano corto, va a provocar una sobrecarga en el 2º metatarsiano por transferencia.
Neuroma de Morton, es la irritación del nervio interdigital plantar con fibrosis perineural, esto es producido por cizallamiento del nervio por las cabezas de los metatarsianos, provocando una irritación y engrosamiento del mismo.
Bursitis intermetatarsiana, debido a un defecto biomecánico se produce una fricción en la bursa (bolsa sinovial) provocando dolor, quemazón e incluso pinchazos, al ser una patología de tipo inflamatorio.
Capsulitis, o inflamación de la cápsula articular, es un proceso inflamatorio en el cual el tejido fibroso que recubre la articulación metatarso-falángica se inflama, suele producirse en metatarsianos centrales (2,3 y 4).
Sesamoiditis, los sesamoideos son unos huesecillos que se encuentran debajo de la primera cabeza metatarsal, los cuales por un efecto mecánico se inflaman produciendo dolor debajo de la primera cabeza metatarsal.
Fractura pos estrés, es la rotura del metatarsiano por un exceso de impactos en algún punto, de ahí su nombre.
Otras causas pueden ser: rotura de la placa plantar, enfermedad de Freiberg, gota, osteomielitis, artropatía neuropática y degenerativa.
Ante cualquier molestia de este tipo, lo ideal es saber identificar el motivo para poder actuar sobre él. Lo ideal sería un tratamiento conservador inicial, ya sea quiropodia, vendaje, plantillas correctoras, terapia física, antiinflamatorios, frio local…
Si con este tratamiento no mejora, se pasará a un tratamiento más invasivo que puede pasar por las infiltraciones de corticoides, colágeno etc… llegando, y siempre como último paso a seguir, en caso de que proceda, la cirugía.
Si existe dolor, es porque hay una patología, y si hay patología, existe una opción de mejora. Recuerda que nuestros pies son nuestro apoyo. Cuidémoslos.